""AMERICA NOVIA MIA""

America novia mia este cantar, despierta el canto del pueblo en voz de mar, la libertad ha salido a navegar, es hora de combatir y caminar. Morena América mía litoral, el viento peina tu pelo de cristal, tu pecho de tierra oscura, mineral modula en el canto de oro del trigal.

Monday, October 02, 2006

DOS DE OCTUBRE.......... NO SE OLVIDA!!!!


El 2 de Octubre no se olvida!!!!!

A las 6:10 p.m.Al anochecer de ese fatídico 2 de octubre, 10.000 estudiantes y vecinos llenaban la plaza de las Tres Culturas.
En las últimas dos semanas la policía había disuelto casi todos los mítines y hecho hasta 1000 arrestos diarios.
Muchos vecinos estaban asomados por los balcones para presenciar la reunión.
Un orador anunció que no se iba a llevar a cabo la marcha programada al Casco de Santo Tomás para no 'provocar' una pelea y que ya pronto terminaba el mitin.
Pero el gobierno no necesitaba excusa para el implacable despliegue de fuerza que tenía planeado.
Ya la plaza estaba rodeada por unos 300 tanques, vehículos blindados y jeeps, 5000 soldados y centenares de policías.A las 6:10 aparecieron en el cielo unas luces de bengala verdes.
Los helicópteros de la policía abrieron fuego. Inmediatamente, elementos de civil del batallón Olimpia (un batallón especial de la policía encargado de seguridad en las olimpiadas) atacaron a los oradores del Consejo Nacional de Huelga (CNH) que estaban en un balcón del tercer piso del edificio Chihuahua: los golpearon y empujaron a algunos a la línea de fuego.
Otros elementos de civil del batallón Olimpia comenzaron a disparar contra los manifestantes desde el balcón y desde el interior de la multitud.
Tenían guantes blancos para que las fuerzas de seguridad los distinguieran. (Su papel fue doble: fuera de contribuir al pánico, al día siguiente el gobierno dijo que unos 'estudiantes francotiradores' dispararon contra el ejército y comenzaron la masacre.)
Desde ambos lados de la plaza comenzaron a avanzar soldados con la bayoneta calada mientras las ametralladoras batían los bordes de la muchedumbre.
Oleadas humanas corrían de un lado de la plaza al otro, detenidas y devueltas por el tableteo de las ametralladoras.
Muchos de los muertos recibieron disparos por la espalda a quemarropa o bayonetazos, demostraron las autopsias.
La multitud golpeó a las puertas de la iglesia de Santiago Tlatelolco, pero estas no se abrieron: el arzobispo había dado la orden de no dejar entrar a ningún manifestante.
Los tanques abrieron fuego contra el edificio Chihuahua y en sus primeros tres pisos prendieron incendios: el edificio recibió tanta bala que las tuberías y el calentador estallaron.
Miles pasaron horas acurrucados mientras a su alrededor volaban balas y vidrio.
El fuego parejo de armas automáticas duró entre hora y hora y media; después siguieron disparos más distantes hasta la madrugada.
La balacera fue tan general que los soldados se hirieron entre sí; quedaron 12 heridos y dos muertos.
La policía acordonó el hospital de la Cruz Roja para arrestar a los heridos y para que no entraran más ambulancias.
Pero en medio de ese infierno, muchos luchaban contra el pánico y se resguardaban unos a otros. Poniendo en peligro la vida, los dueños de muchos apartamentos abrieron las puertas y dejaron entrar a los que huían.
Hasta ahora no se sabe exactamente cuánta gente fue asesinada en Tlatelolco el 2 de octubre: solo 32 según la policía; 325 según una cuidadosa investigación del periódico inglés Manchester Guardian.
Esa noche hicieron 1500 arrestos.
A muchos los desnudaron y los dejaron parados horas bajo la lluvia con las manos arriba mientras los chuzaban y golpeaban con bayonetas. Alrededor de la plaza de Tlatelolco, un cerco de policía disparaba gas lacrimógeno contra multitudes enfurecidas y arrestaba a los que trataban de entrar a ayudar.
Los soldados se desbocaron por todo Tlatelolco esa noche y catearon apartamentos en busca de armas y estudiantes.
Cazaron y encarcelaron a los dirigentes estudiantiles.
Algunos desaparecieron.
Muchos arrestados sufrieron torturas.

EL DIA SIGUIENTE
El 3 de octubre, la junta ejecutiva del Comité Olímpico Internacional celebró una reunión de emergencia para decidir si seguir adelante con las olimpiadas a pesar de la masacre.
Con Avery Brundage (el presidente estadounidense del comité) a la cabeza, la junta decidió que sí, por escasos votos. Brundage explicó que las autoridades mexicanas le habían asegurado que 'nada interferiría con la entrada pacífica de la antorcha olímpica al estadio el 12 de octubre ni con las competencias'.
Así que diez días después de la masacre se inauguraron las olimpiadas en una atmósfera de brutal hipocresía.
Las calles temblablan al paso de los tanques, pero los murales proclamaban en una docena de idiomas y colores: 'Todo se puede con paz'.
El gobierno vistió de minifalda a miles de jovencitas para que fueran 'embajadoras olímpicas'. Una de ellas, con el uniforme olímpico apelmazado de sangre y perforado por las balas, yacía en la morgue donde desfilaban miles de padres en busca de sus hijos.
Los millares que creían que el gobierno nunca haría algo tan inhumano o que lo refrenaría la opinión pública nacional e internacional, se despertaron horrorizados.
La huelga estudiantil continuó con mucho apoyo dos meses más, a pesar de la fuerte represión después de la masacre.
Inmediatamente estallaron protestas estudiantiles contra las embajadas de México en más de una docena de ciudades de Europa, Latinoamérica y Estados Unidos: en las confrontaciones de París hubo 400 arrestos.
Pero el arresto de la mayoría de los dirigentes de la huelga y la táctica dual del gobierno--de ofrecer negociaciones o más muerte, según las circunstancias--tuvieron efecto.
Pero ante el aumento de amenazas del gobierno y ante una dirección que se había rendido, el movimiento no pudo continuar mucho tiempo.
Sin embargo, muchos sectores de la sociedad sentían una profunda aversión y un franco odio al gobierno.

El secretario de Gobernación Luis Echeverría, que subió a la presidencia en 1970, era el tipo perfecto para poner en práctica esas iniciativas. El hombre identificado por Philip Agee como enlace de alto nivel de la CIA, ahora montó el show de plantárseles a los yanquis.
Pero su gobierno solicitó y recibió más préstamos de Estados Unidos que ningún otro gobierno de la historia de México y usó la asistencia militar estadounidense para eliminar los movimientos armados de oposición.
El hombre que estuvo a cargo de la masacre de Tlatelolco ahora declaró amnistía para muchos presos políticos. Aumentó los salarios y prestaciones para algunos sectores de la clase trabajadora y aumentó los cupos universitarios.Bajo esta 'apertura democrática', a los partidos que renunciaran a la violencia y cortaran lazos con el extranjero les prometieron fondos y escaños en el impotente Congreso.

2 Comments:

At 6:29 PM, Blogger Colomba said...

hello quesero de mi vidasa, oye creo que cuando te aburras de la musica deberias dedicarte a la historia. Ta buenisimo tu minuto a minuto, muy explicativo para el que no entienda una mierda.
Te quello

 
At 11:50 AM, Blogger Colomba said...

ups!!!!
lo tuyo la neta que es eclectico. O no escribe nada o te vas al porky de one.
Felciidades eres un idolo, creo que como dijo mi otro yo, cuando ya no se te de la musica, es decir, cuando estes feo y no te lancen al escenario mas que cebollas, la historia es un buen partido laboral.
Amote

 

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